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VULTUR GRYPHUS: LA COMPLEJIDAD DE LA VINDICTA DE SANGRE EN EL CUENTO «LA VENGANZA DEL CÓNDOR»

Actualizado: 30 jun 2021

La ley del talión es un principio que considera que cuando un miembro de una familia moría o era dañado por algún individuo. Ello permitía al resto de miembros de la víctima devolver la agresión, de manera que quedaban exentos de culpa si dañaban a quien asesino. Esta es la premisa capital en el cuento la «Venganza del cóndor» en la que se plantea hasta cuándo es legitimo el maltrato contra la víctima por antonomasia: el hombre andino.

En el periodo de la Grecia clásica predominaba, previa al a configuración del gobierno de Pericles, un sistema judicial en donde el acto punitivo era equivalente a la dimensión del delito acaecido. Herederos de la jus mesopotámica la ley del talión fue una norma judicial en la que se buscaba causar un efecto de persuasión y coacción a quien delinque a través de penas equiparables. Con la llegada del sistema democrático esclavista se impone un nuevo marco judicial en donde se asume que quienes emplean códigos previos al formato hegemónico son sociedades bárbaras incapaces aplicar un orden racional y menos sangriento.

En 1924 el escritor Ventura Gracia Calderón escribe con conjunto de relatos titulado La venganza del cóndor. En este relato se retrata la llegada de un joven capitalino quien invitado por un oficial se dirige a la zona de Huaraz con el ánimo de recrearse tras residir monótonamente en la ciudad. En el trayecto el coprotagonista observa a un hombre andino que se haya en medio del descanso lo que provoca la ira de oficial al asumir que dicho acto es propio de un ser holgazán. La consecuencia de esto es la reacción intempestiva y violenta contra el sujeto andino y su aparente complicidad en la muerte de su agresor a manos de los cóndores.

Es a partir de este relato que se retoma la aplicación de una practica judicial arcaica: la ley del talión. Este proceder se rige bajo la consiga del “ojo por ojo diente por diente”, esto significa que ante el daño producido es legitimo provocar un sufrimiento que se equipare al percibido por la victima para así, el victimario, pueda reconocer su equivocación. Este planteamiento lo podemos observar en el cuento ya que en el texto el capitán Gonzales lastima el rostro del poblador andino y desde allí inicia un proceso de consternación que, sumado a la humillación acaecida al ser ridiculizado y visto como un ser bestial, gradualmente bulle en violencia. Así, Malishev (2007) lo explica:

Lo más peligroso en un hombre resentido no es su rabia, sino su voluntad despreciativa, su pasión por reavivar en la conciencia el dolor de la ofensa para recriminársela a su ofensor, y el deseo inextinguible de hacerle pagar su deuda. (p.25)

El texto dimensiona que los dos sujetos hegemónicos (Gonzales como también el citadino) son personajes adscrito a un tipo de poder: uno adscrito a la milicia, el otro perteneciente a un ámbito letrado. Estos se hallan en una posición social diferente al sujeto marginalizado. El hombre andino es observado como un salvaje y desposeído: se alimenta de productos exóticos no procesados industrialmente (la chicha de jora mencionad ante el texto), no gusta del trabajo (motor de producción de la modernidad) y las mujeres admiran al citadino (retratadas como seres picaras).

Este se pertenece a un espacio de vivencias costumbristas donde impera la economía de autosuficiencia y la labor manual. Dos antípodas sociales que determinan un campo normativo: el sistema democrático liberal burgués incapaz de identificar las injusticias. Esto implica que el hombre andino reconoce su posición de sujeto subalternizado por lo que no confié en la legislatura de los “otros”. De allí que el relato devela la adhesión coherente de las practicas judiciales previas a la democracia clásica por lo que la sujeción a la ley del talión sea una praxis convencional. Al desconocer estos los baluartes civilizadores la aplicación de la venganza como herramienta de salvoconducto para defender sus derechosos no resulta inconexa de su realidad social.

Es entonces que el texto asigna el rol y aplicación de la máxima del “ojo por ojo” en zonas periféricas. Devalando no solo una concepción en la que el individuo subalternizado es inferior, sino que también es necesario ser precavido por cuan violento se puede ser sobre este. Pervive entonces un carácter clasista e incapaz de querer comprender al “otro” ante la consigan que este es un personaje que puede ser una amenaza. Siendo, finalmente, cuestionado que tan valido es la hegemonía del poder y cuanto tiempo más durara esta subordinación.

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Bibliografía

Malishev, M. (2007). La venganza y la “ley del talion. La Colmena: Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México, (53), 24-31. Recuperado el 01 de junio de 2021, de https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:FZNGTNv7X60J:https://www.redalyc.org/pdf/4463/446344563003.pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=pe&client=firefox-b-d

 
 
 

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