La dimensión desconocida: cuentos de advertencia para celebrar Halloween
- Mayra Heredia
- 31 oct 2020
- 5 Min. de lectura
La dimensión desconocida fue un programa de televisión que llegó a las pantallas en 1959. Sus historias aleccionadoras de ciencia ficción, fantasía y terror, que involucran lo sobrenatural, encajan perfectamente con juegos sobre la moralidad, la tecnología, las cuestiones sociales y la angustia existencial.

Creada por Rod Serling, quien también era el anfitrión de la serie, logró una revolución cultural en los 60. El formato antológico, es decir, narraciones y personajes diferentes en cada episodio, acompañado de la simplicidad e inteligencia de los relatos con comentarios sociales y finales sorprendentes, sin duda evidencian su éxito y resulta una fuente de inspiración para producciones más próximas como Black Mirror.
La dimensión desconocida presenta conceptos que trascienden el tiempo. Echemos un vistazo a cinco de los episodios más famosos de esta serie:
1959 «Tiempo suficiente al fin» («Time Enough at Last»), temporada 1, episodio 8.

Burgess Meredith (El Pingüino del Batman de Adam West en los 60 y Mickey Goldmill, entrenador de Rocky Balboa, en la saga protagonizada por Sylvester Stallone) interpreta a Henry Bemis, un cajero de banco miope y aficionado a la lectura, pasatiempo que le impide ser bueno en el trabajo y que es causa de su arisca relación con su esposa, quien le rompe uno de sus libros de poesía. Realmente esa escena permite conectar con Henry, quien generalmente parece muy despistado.
Pronto, después de un bombardeo nuclear, Henry será el único sobreviviente. No hay esposa, no hay jefes. Para su suerte o no, solo queda una ciudad devastada, una biblioteca que se salvó de las ruinas y mucho tiempo libre. Sería muy triste si sucediera algo que le impida disfrutar de una lectura, ¿no?
“Tiempo suficiente al fin” es un episodio impecable de inicio a fin. Aborda la idea aterradora de encontrarnos en la soledad. El protagonista, que deseaba un espacio tranquilo y muchas horas para disfrutar de un buen libro, al fin lo tiene, pero somos timados al creer que será un final feliz en medio de una tragedia. El giro de la trama lo convierte en un gran relato. El tiempo libre que tanto anhelaba Henry se ve saboteado por una insignificancia y resulta en una representación de la necesidad del contacto y la fatídica soledad.
1960: «Los monstruos están en Maple Street» («The Monsters Are Due on Maple Street»), temporada 1, episodio 22.

En el vecindario de Maple Street empiezan a suceder cosas extrañas. La energía eléctrica se apaga. Los coches no arrancan. La vida se paraliza y todos quedan confundidos y preocupados ante una sombra en el cielo. Pronto los vecinos se volverán unos contra otros en actos violentos y rumores. A lo lejos, dos extraterrestres son observadores discretos del caos.
Este capítulo es una mirada a la naturaleza humana. El giro siniestro de la trama es el punto más importante y la imaginación de un niño resulta verdadera. Los extraterrestres de las historietas son reales.
La estrategia de estos seres de otro planeta es simple: divide y vencerás. La gente que actuaba a raíz del miedo y la frustración estalló ni bien estos ingeniosos observadores comprobaron lo fácil que es gobernar la especie humana. Una comunidad entera destruida a causa de rumores y desconfianza. Un motín de incertidumbre y emociones conflictivas. Serling lo hizo otra vez. Nos contó una historia fantástica en menos de media hora.
1961: «Los invasores» («The Invaders»), temporada 2, episodio 15.

“Los invasores” es un episodio diferente a comparación de los que incluyen esta lista. Esto se debe a la actuación sin diálogos de Agnes Moorehead (Endora, la madre bruja de Samantha, en la serie de televisión Hechizada y la madre de Charles Foster Kane en la película Ciudadano Kane), quien retrata a una mujer que se encuentra a la merced de extraterrestres en su granja. La actriz utiliza los gruñidos, suspiros y expresiones faciales para mostrar la tensión de las escenas.
La iluminación en los espacios combina con los momentos de miedo del personaje. El interés de los espectadores recae en un guion simple, pero llamativo.
El diálogo mínimo, específicamente cuando la granjera destruye la nave, da un giro al argumento y, nuevamente, somos engañados por el relator. Lo que aparentaba ser una invasión de seres extraños, termina por ser una exploración a un planeta de gigantes. Sin duda, tanto el director como el escritor no necesitan recurrir a la violencia gráfica para generar situaciones de emoción, terror y desconcierto.
1962: «Para servir al hombre» («To Serve Man»), temporada 3, episodio 24.

Este episodio de comienzo misterioso da paso a un flashback que muestra al personaje principal antes de acabar aislado en un cuarto. A medida de que se desarrolla la historia, se presentan a extraterrestres singulares, de cabezas prominentes, altos y grandes: los Karambit. Seres extraños que llegaron a la Tierra prometiendo infinitas proezas, fuentes ilimitadas de energía y alimentos, un paraíso. Su carácter “benevolente” genera desconfianza.
Pronto, se descubre un libro con el título Para servir al hombre, los traductores no logran descifrar el contenido. Lo curioso e irónico de este texto, que en un principio resulta inofensivo, es todo lo contrario. Por otro lado, el hecho de que varios representantes de gobiernos se reuniesen para aceptar los términos de seres de otro planeta resulta gracioso.
El espectador ve a una sociedad que se regocija ante sus proveedores alienígenas. Las promesas se hicieron realidad. Luego, el edén prometido por los extraterrestres se convierte en una especie de vivero de terrícolas. Los seres grandes y dominantes solo estaban preparando la cena.
1963: «Pesadilla a 20.000 pies» («Nightmare at 20,000 Feet»), temporada 5, episodio 3.

"Pesadilla a 20.000 pies", dirigida por Richard Donner, una de sus primeras obras, es simplemente impresionante. Nos presenta a Robert Wilson, un hombre que acaba de salir de rehabilitación, pues habría sufrido un colapso nervioso. Es una persona presa del pánico y cuando sube a un avión, se pondrá a prueba.
Y sí que su mente le jugará un mal momento: una criatura lo mira desde la ventana. Una especie peluda que intenta desbaratar los motores del avión. La pregunta será si esto es real o una prueba de su imaginación, porque Robert es el único que lo ve.
Esta historia es impresionante por la forma en que nos lleva a la difícil situación del personaje principal, quien realmente se encuentra imposibilitado de comprobar la existencia de una criatura siniestra. Por otro lado, casi todo el episodio se desarrolla dentro de un avión, lo que le da al relato una sensación de claustrofobia, que ayuda a generar un ambiente más aterrador.
Este episodio ha quedado grabado en la cultura popular. Muchas producciones han sabido utilizarlo como referencia y parodia. "Pesadilla a 20.000 pies" es evidentemente brillante. La actuación desequilibrada y emociones complicadas de William Shatner, quien interpreta a Robert Wilson, se llevan la atención del espectador.
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